Las Herramientas

Por: Gerina Dunwich

Las herramientas básicas (tambien conocidas como “armas”) de la hechicería incluyen el athame (daga de doble filo), la varita mágica, la espada, el pentáculo, las cuerdas, el caldero, el cáliz y la campanilla de altar -todos ellos tradicionalmente limpiados y después encantados (o “cargados”) por el practicante antes de usarlos

Muchos hechiceros piensan que las mejores herramientas rituales son las que el practicante de magia diseña para su uso personal, o las que son recibidas como obsequio. Otros practicantes no tienen objeción en comprar sus herramientas nuevas en una tienda esotérica; sin embargo, se acostumbra que cuando se compran las herramientas mágicas o los ingredientes para un hechizo jamás se regatee con el vendedor acerca del precio. Se dice que trae mala suerte al comprador. Además, muchos brujos temen que sus herramientas rituales y materiales mágicos no funcionen apropiadamente o, incluso, que sean totalmente ineficaces.

Según una antigua leyenda, robar a un brujo o mago una herramienta ritual o cualquier objeto elaborado por él, trae una maldición, de la que el ladrón no podrá liberarse hasta que lo devuelva.

El athame es una daga ritual con hoja de doble filo y empuñadura negra (algunas veces blanca), en la que muchas brujas pintan o graban nombres rúnicos y símbolos mágicos. Se emplea para dibujar el círculo, para almacenar y orientar la energía mágica durante los rituales, para remover las pociones, para hacer la mezcla ritual de sal y agua, para grabar el círculo mágico, y para la consagración y encatamiento de muñecos, bolsas dijes, amuletos o talismanes. Además, el athame es utilizado tanto en invocaciones como en evocaciones, ceremonias de iniciación, rituales de pentagrama (para invocar o expulsar), en la llamada de los Señores del Atalaya, y en muchos otros ritos y encatamientos.

Según ciertas tradiciones de la Wicca, el athame nunca se utiliza para cortar ni para ningún propósito mundano (no mágico). Sin embargo, existen muchas brujas y magos que usan sus athames tan a menudo como pueden, dentro o fuera del círculo, siguiendo la antigua creencia de que los poderes del athame se incrementan con el uso. De cualquier forma, si alguien decide restringir el uso de su athame para hacer círculos o ciertos trabajos rituales, es correcto. Pero desde el punto de vista histórico, las mujeres y los hombres de las antiguas religiones paganas utilizaban para sus rituales mágicos el mismo cuchillo que usaban para la cosecha de hierbas, caza, preparación de alimentos o defensa propia.

El uso tradicional de la varita mágica es para hacer el círculo, dibujar símbolos mágicos en el piso, invocar espíritus, conducir la energía espiritual y revolver las pociones en el caldero. Algunos practicantes de la magia también utilizan la varita mágica para la manifestación: transformación ritual del espíritu en materia.

La varita mágica es un instrumento tradicinalmente tallado en madera del avellano, fresno, serbal o sauce. Las varitas mágicas de algunas brujas modernas son elaboradas con cristal, marfil o ébano tallados, o con metal como plata u oro.

Para las brujas y los magos ceremoniales, la varita mágica es el emblema del poder y la fuerza vital. Simboliza el antiguo elemento del Aire (en algunas tradiciones representa el Fuego), y se dice que es sagrada para todos los dioses y diosas de los panteones paganos.

La espada, Es una herramienta que utilizan con mayor frecuencia en sus reuniones los magos ceremoniales y los hechiceros profesionales. En muchas tradiciones de la Wicca, la espada se emplea igual que el athame, pero se considera más poderosa. También se usa para invocar a los Señores del Atalaya y para hacer salutaciones. Y al igual que el athame, la espada es típicamente grabada con nombres rúnicos y símbolos mágicos.

El Pentaculo:
Es un disco plano de madera, cera, cobre, plata, arcilla o vidrio que ostenta el motivo de la estrella de 5 puntas conocida como pentagrama. El pentáculo se encuentra en los altares de muchos Wiccas. Representa la energía femenina/diosa y el antiguo elemento Tierra. Sus principales usos son la meditación auxiliadora, la invocación de los espíritus, la protección contra entidades demoníacas y la recuperación de energía después de los rituales y encantamientos. En algunas reuniones de brujos también se utiliza el pentáculo para servir comida durante las ceremonias del “pastel y vino”, que prosiguen a los aquelarres.

La Cuerda:
Muchas brujas y brujos en sus reuniones utilizan cuerdas como herramientas para almacenar energía mágica y emplearla en una ocasión posterior. En la magia tradicional, se amarran en una cuerda 9 nudos siguiendo cierto orden mientras se entona un conjuro y se visualiza el propósito. Cuando la bruja está lista para liberar el poder que ha almacenado dentro de la cuerda, desata los nudos en el mismo orden en que fueron atados. La mayoría de las brujas desatan un nudo cada noche, durante 9 noches consecutivas.

El Caldero:
Desde tiempos ancestrales el caldero ha sido ligado a las brujas y a varias deidades paganas. Por tradición, está hecho de acero (un metal que repele naturalmente todas las formas demoníacas), el caldero posee un gran poder místico y energía femenina. Simbólicamente combina las influencias de los 4 elementos y sus 3 patas simbolizan las 3 fases de la luna (creciente, llena y menguante); pasado, presente y futuro; o cuerpo, mente y espíritu. Para muchos Wiccas, el caldero representa la oscuridad y el divino útero de la diosa Madre, y sus 3 patas los 3 aspectos de la diosa: doncella, madre y vieja.

Los calderos se usan para varios propósitos, que incluyen la alquimia, rituales de fuego, la predicción por medio de la bola de cristal, provocar tormentas, cocinar pócinas, quemar incienso, guardar carbón, velas votivas, amuletos, talismanes y hierbas.

El Caliz:
El cáliz o copa sagrada es un herramienta que corresponde al elemento Agua y posee una fuerte energía femenina. Aunque tradicionalmente está hecho de plata (un metal que corresponde mágicamente a las energías de la luna), algunos son de vidrio, cristal, madera, pewter, bronce u oro; nunca de plástico.

Muchas Brujas emplean cálices para mezclas rituales de sal y agua, y para combiar pociones mágicas o verter brebajes.

En el ritual Wicca conocido como el Gran Rito simbólico (el poderoso rito del intercambio sexual), el cáliz se usa para representar el útero de la diosa. En las ceremonias del pastel y el vino, es tradicional que se llen un cáliz con vino y que después cada miembro de la reunión de brujos pase haciendo un círculo en el sentido de las manecilla del reloj.

La Campanilla:
En algunas tradiciones de la Wicca, se tiene una pequeña campanilla en el altar y se toca 3 veces como señal de inicio del ritual. Las brujas y otros practicantes de magia también utilizan las campanillas para convocar y expulsar espíritus y entidades, disipar vibraciones negativas e influencias malignas, alejar duendes maliciosos y, según cuenta Rosemary Ellen Guiley en la Enciclopedia de Brujas y Brujería, “para aumentar la armonía e intensificar el poder.”

Desde tiempos ancestrales, las campanillas han sido empleadas como amuleto para promover la fertilidad, apartar el mal de ojo y atraer la lluvia. Alguna vez se creyó que beber vino, agua bendita o sangre santificada en una campanilla invertida tenia grandes poderes curativos.

En las prácticas del vudú, la santería y muchas religiones africanas, las campanillas suelen tocarse para invocar a las deidades. En el chamanismo se usaron durante mucho tiempo para alejar espíritus malignos y en la Edad Media jugaron un papel importante en los ritos necrománticos para invocar a los muertos.